Un día cualquiera...

Un día cualquiera de estos me despierto tarde porque he olvidado poner el despertador. Voy al baño, me arreglo, me visto. Tengo tiempo para desayunar en la cafetería que hay cerca de la autoescuela. Voy a la clase: no me entero de las señales que afectan a travesía y/o poblado ni patrás. Vuelvo a casa. Salgo de nuevo a comprarme unos pantalones que he visto. Otra vez a casa, me meto en internet a dejar mi mensajillo en el rol en el que estoy participando, The Break-up, a mirar el correo y a subir el capi 10 de Ángeles Caídos. Como. Subo esta entrada al blog. Después, no sé bien qué haré hasta las seis y media en la que empieza una nueva serie a la que me he aficionado: Estoy con ella, en La 2. No creo que la vea acabar porque he quedado a las siete con una amiga a la que hace un montón que no veo. Iremos a tomar café por ahí, y luego, no sé a qué hora, volveré a casa a cenar y a echar el rato hasta la hora de irme a la cama.
Así que eso es un día cualquiera.
Como lo más lógico es que esta paranoia no os haya dicho nada, me voy cantando Stadium Arcadium para mis adentros. ¿Alguna vez he comentado que me encantan los Red Hot Chili Peppers? Sí, sí, ya lo sé, no me pega (¿a que no?) , pero es lo que hay.

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